Mañana saldra el sol...

Hay cosas que por mucho que crezcamos, que pasen los años, no debemos de olvidar. Las historias de la abuela, el beso de todas las noches de mamá, la primera palabra, los primeros pasos, el primer amigo, el primer colegio, el osito de peluche que tanto abrazabas para dormir, tu sueño, el beso que el chico que te gusta te dio, esa sonrisa que muy pocas veces sale y cuando sale te dicen que estás preciosa. Son esos pequeños detalles que tanto cuentan, que llenan tanto y te hacen tan grande. En eso se basa todo, en pequeños detalles. También acuérdate de esos pequeños cumpleaños en el chikipark, cuando hacías con tus amigos guerras con bolas de colores, cuando saltábamos en las colchonetas, para saber quien llegaba más alto. En la mirada de aquel chico que tanto te gusta, el abrazo de tu mejor amiga, tus primaras experiencias, esas veces que vas en bus con tus amigos cantando y dices que no los conoces, en esas gracias que sobran pero te ríes de ellas, en esos días de lluvia en el cine, en esas sesiones de fotos que sales riendo en la foto, y ries de verdad en la realidad, cuando ríes a carcajadas y te duele la barriga, cuando todo te va bien, ese momento en que piensas ‘me encantaría parar aquí el tiempo’. Si hoy ves todo nublado o gris, acuérdate de esas pequeñas cosas y mañana saldrá el sol.