Últimamente no sé lo que quiero, hago cambios abismos, muy rápidos, hago cambios que a lo mejor un día lo odio y al día siguiente me encanta sea de lo que sea, mis padres dicen que estoy en la edad del pavo, y que es normal que me pase esto pero es algo raro. Y es que me encantaría cambiar tantas cosas, tendría que existir ese mando de nustra vida que retrocede cuando apretamos el botón, cuando lo necesitamos, sería lo mejor que podrían inventar.. Porque si me he dado cuenta que con una palabra se puede mal entender, se puede entender con otra intención, con tan sólo un gesto, con tan sólo una imagen o cualquier cosa, en ese instante cambian mucho las cosas, ¿será por el destino? Fíjate cuántas preguntas sin respuestas, y simplemente no es que no encontremos las respuestas, esque aún no las hemos encontrado, y las encontraremos a medida que vayamos viviendo. Muchas personas piensan que cada día es igual, la misma rutina, pero siempre hay algo que es más especial, algo que te cambia la vida, no te tienes que fijar mucho en las cosas grandes, si no, en los pequeños detalles, esos son los que te llenan más por dentro. Muchas personas existen pero pocas son verdaderas, y aún menos, poquísimas son las que te quieren de verdad, poquísimas son las que buscarían hasta de donde no hubiese por tu felicidad, o simplemente por estar bien.. Te esperas tanto de algunas personas, y luego te decepcionas, pero no es porque hayan cambiado, es porque has pillado el disfraz que tenían durante todo este tiempo, y te has dado cuenta de lo que son y de lo que quieren ser. Ojalá pudiera mirar des del cielo a la tierra y abrir puertas, porque hay unas que hasta el candado está oxidado.
Hasta aquí hago, me quería desahogar
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