Es en ese momento, cuando la vida se te rompe en mil pedazos, cuando ya no quieres ni sonreír, que solo puedes llorar y pensar en qué todo se volvió gris. Ese momento cuando ya crees que nada va a ir bien, que crees y sabes que tu vida es una mierda y que hagas lo que hagas siempre lo seguirá siendo. Ese momento dónde quieres salir corriendo, encerrarte en tu habitación con la música a mil por hora para que nadie sepa tu dolor o para que tú no lo sepas, no lo sé bien claro. Con el simple deseo de que esa persona entre por la puerta y te abrace, esté a tu lado pese lo que pese y que no te suelte la mano nunca, que te mime, esa persona que solo puede hacerte feliz, sabiendo que no entrará. Que si sonríes se lo creera.
Ojala esa persona entrara por mi puerta y me dijera... Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario